CREMALLERAS

Se dice que las armas las carga el Diablo, pero quién carga las cremalleras????, el hijo del Señor con tridente?????; algún parentesco cercano en el árbol genealógico seguro que tienen…

(Recordemos la escena de la cremallera de Ben Stiller en “Algo pasa con Mary”).

Yo nunca he sido muy hábil con el tema cremalleras, concretamente he sido, soy y seré hasta el día que me muera un auténtico desastre… Dichoso inventito…!!!!, Gideon Sundback no pudo estar quieto en 1912…, nooooooooo…

A partir de ese año lo que para unos era un avance, para otros supuso un temor absoluto… Porque su modus operandi parece sencillo: subir y bajar. Pero son malas, muy malas…, hay días que sube y se baja automáticamente, otros que ni siquiera sube…, algunos decide atascarse o salirse y por supuesto la explosión nunca debemos descartarla.

Prf, prf, prf… Así que he optado por manejarlas a modo explosivo, con mucha delicadeza, sin forzar…; igualito a como algunos tíos afrontan el momento de desabrochar el corchete de un sujetador.

P.D.: Ana, el sábado eres la encargada de subir la cremallera de mi vestido, así que ya sabes amiga…, cuidadito extremo porque no quiero ir en cueros!!!!!!.