El viernes le dije a un amigo: “Si me callo exploto y encima no sería yo”. Por eso abrí mi boca buzón (con predisposición, empuje, sin arrepentimientos y mostrando valentía), gentileza de los jefes Felipe y Cristina, para seguir siendo yo y así conseguir amortiguar mi propia explosión.
Pero parece ser que algo tenía que explotar... y esta mañana mi secador ha dicho: “Sayonara, baby…”, con una leve explosión.
A ver que sano, sano, el chiquillo no estaba… Siendo sincera he de reconocer que el pobre aparato en menos de año y medio ha pasado de ser un joven y bello soldado, a convertirse en un superviviente de la guerra del Vietnam...
Pero parece ser que algo tenía que explotar... y esta mañana mi secador ha dicho: “Sayonara, baby…”, con una leve explosión.
A ver que sano, sano, el chiquillo no estaba… Siendo sincera he de reconocer que el pobre aparato en menos de año y medio ha pasado de ser un joven y bello soldado, a convertirse en un superviviente de la guerra del Vietnam...
Por el momento sigue encima del lavabo esperando a que el dentífrico le haga el boca a boca…
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