Recuerdo que mis primeros tacones fueron en unos botines marrones de cordones, pero no recuerdo corretear por casa con los zapatos de tacón de mi abuela o de mi madre; cosa que parece un clásico de toda niña que apunta maneras... El caso es que ha llovido muuucho de mis primero taconcitos, porque esos eran taconcitos no eran taconazos o zancos como los que luzco hoy en día.
He de reconocer que me encantan los zapatos y que al calzar un 36-37 encuentro fácilmente, cosa que se desemboca en un problema, en una perdición o en el también conocido como “Síndrome de Imelda Marcos”… No hace falta más que asomarse a mi cuarto para ver una hilera de zapatos, botas, bailarinas y deportivas que te encuentras de frente y no os digo nada de la colección que tengo dentro del armario o en una caja gigante donde voy escondiendo algún que otro par de zapatos por vergüenza…
Por eso, cuando el martes me llamó Jorge Alacid (Jefe de Información de Diario La Rioja) para ver si podía acompañar al compañero periodista Javier Campos y a un fotero para hacer un reportaje de tacones y el adoquinado de la Gran Vía, no me sorprendí; porque hay que ver la guerra que doy con ese taconeo que tengo heredado de madre, cada vez que subo a redacción… Y es que para mí unos tacones no significan nada, simplemente son un complemento más, los llevo a diario, sin problemas, conduzco con ellos, voy de un lado a otro, si hay que correr corro y aunque la mayoría de la gente se sorprenda, estoy muy cómoda con ellos.
Así que ayer por la mañana, armada con unos maravillosos zapatos de Hazel en tonos beis, de piel y con puntera de charol, comprados en Madrid hace algo más de un año (Marti, Inés, gracias por soportar ese momento de desesperación y crisis sentimental); Javi y yo nos fuimos junto con Justo Rodríguez (no podía ser otro fotero para reírnos más) a dar un paseo por la arteria principal come tapas (de zapatos) de Logroño.
Como bien le dije a Javi, el truco para no quedarse clavada (literalmente) al suelo, está en ir de puntillas… y es que andar con zapatos de tacón significa “tacón, punta, tacón, punta…” y claro, al pisar primeramente con el tacón si encuentras una junta, ahí te quedas tú y probablemente la tapa de tu tacón…
Bueno, para el que no haya podido leer el artículo esta mañana, aquí tiene la portada y la página que ha publicado hoy Diario La Rioja.
Me encanta el titular: “De tapas… y sin pasar por la Laurel”. El making off se queda para nosotros tres, pero el cachondeo que han tenido mis amig@s ha sido masivo y es que a pesar de que no se me ve la cara he sido reconocida. El primer mail del día ha sido de mi Tata: “Y tus zapatos inconfundible, con esas manitas y tu anillo…” y después una locura... Madre mía!!, como para preparar alguna gorda en Logroño…
Ahora me queda auto cantarme eso de:
“Pisa, morena,
pisa con Garbo,
que un relicario,
que un relicario,
me voy a hacer
con el trocito
de mi capote
que haya pisado
que haya pisado
tan lindo pie”
Esta ciudad navarra fue el esplendor del Imperio Romano en el norte de
España y encierra una fascinante biblioteca de piedra
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[image: Esta ciudad navarra fue el esplendor del Imperio Romano en el norte
de España y encierra una fascinante biblioteca de piedra]
Cuando pensamos en...
Hace 1 hora
2 comentarios:
Cuentame el secreto para poder llevar esos tacones y estar comoda!!!!!
Anónimo, cuestión de experiencia... MUAK
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