Lo más habitual es rascar con una moneda (curioso porque el azar entre cara o cruz también está implícito en ella), pero si no tienes ninguna a mano y la paciencia no te deja puedes hacerlo con las uñas, con una llave, con un boli…, el caso es rascar… Cuando ves las opciones que plantea el juego, la duda del rascar o no y del A-B-C planea sobre tu cabeza a modo de mosca-avión de combate…
Al final todos hemos sucumbido a los encantos que tiene la emoción de ganar, sobre la decepción de perder y hemos rascado… Unos con tanta delicadeza que no han podido casi ni ver si había o no premio detrás de la casilla y otros con excesivo ahínco lo que ha acabado en una papeleta con agujeros… Pero todos jugamos, todos somos un poco ludópatas, todos (lo reconozcamos o no) disfrutamos a la hora de manipular explosivos…
Tindersticks - Tiny Tears (hoy tocan en Barcelona y no he podido ir… ugggggg)
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