Hay un tipo de
personas de las que no te puedes fiar en esta vida…
No diré nada acerca
de las que no te miran a los ojos, porque está más que comprobado que esas
personas son muy, muy, muy, muy poco de fiar… También dejaré de lado, por hoy,
a los que no beben, los cuales tienen más peligro que Willy Fog con un
abono transporte…
Diré de los que te
mandan correos electrónicos con emoticonos cuando no te conocen o simplemente
te conocen un 0,000000001%… Esa gente es rara y peligrosa, oculta algo detrás
de esas caritas simpáticas que a todos nos hacen gracia cuando vienen de un
amigo (mi amiga Aranchita es una crack y manda más emoticonos que texto, lo
cual resulta terrible a la hora de descifrarla...) y ese algo es un instinto de
psicópata acosador… El clásico que parece normal, pero que cuando te lo cruzas
por la calle sientes enrarecerse el ambiente, a tus pies acelerar el paso y el
culete prietito, mientras piensas en el poder de ser invisible...
P.D. 1: Amig@s,
compañer@s..., mucho cuidado con el uso masivo y a discreción de esas caritas
capaces de poner más gestos que el feo de los Hermanos Calatrava…
P.D. 2: Con la Olivetti esto no pasaba…
1 comentario:
Más raro es dirigirse cordialmente a los desconocidos, solicitar incluso su amistad, para una vez que nos hemos cansado de alcahuetear, entonar un me siento acosado.
Eso en mi pueblo es ser un discípulo de Hipócrates.
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