Se dice, se cuenta, se rumorea que el hombre es el único
animal capaz de tropezar dos veces en la misma piedra…
No sé yo, no sé… Creo
que ese dos se queda algo escaso (al menos yo he tropezado más de dos, más de
tres, más de cuatro, más de cinco…,mejor dejarlo ahí). Pero tropezar, tropiezas porque quieres o porque crees que
no se trata de un tropezón, sino de un salto de obstáculos para luego llegar a
meta…
El tema de las paredes y los cabezazos tiene un sentido más profundo..., de ahí mi sensación el pasado viernes: "cuando sabes que al final es como darse cabezazos contra la pared...". En esos casos la meta ni la la ves, el cartelito anunciador del final de la carrera ni siquiera existe y sientes como te partes la cabeza por nada... Así que he dibujado yo la meta y acabo de pasar el kilómetro en el que pone: "quedan tres cabezazos extra" (igualito a las vidas en los videojuegos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario