Por primera vez en mi vida, no he tomado las supuestas doce uvas de la suerte; preferí que permanecieran en su paquetito dentro de la nevera… Por eso, sentada, fijé los ojos húmedos en la pantalla del televisor y no pensé en nada… Sentí como pasaban los segundos…, sin preocuparme por seguir el ritmo de las campanadas, sin mirar a nadie de mi familia, únicamente tenía mi mano izquierda sobre la mesa, sujetando una copa de vino... Vino que nada más comenzar el 2010 me bebí de un trago, un trago amargo pero necesario para afrontar un nuevo año y las consecuencias del que despedíamos...
Nada de deseos, nada de propósitos…; simplemente seguir adelante y seguir siendo yo (“ Al que le guste bien y al que no, ya sabe lo que tiene que hacer, puerta!!; porque si mis padres no me han cambiado en veintiocho años, nadie me va a cambiar”).

Veremos lo que nos trae el 2010…
3 comentarios:
Yo tampoco me comí las uvas este 31por primera vez en toda mi vida.
Eso significa que nuestra suerte cambiará??? Veremos si para mejor o para peor...
Pero que sepas que hay que ser valiente para romper con todo y todos y no comerse esas uvas, y a los valientes se supone que la vida les tiene que sonreír. Así que...
a mi de doce uvas, cuatro se me fueron al suelo y una me la pisaron. pero las otras me las comí por vez primera!
Mary Jane, esperemos que todo cambie a positivo. Aunque al menos nos tenemos entre nosotras...
Leydelmal, genial, eres genial!!!
MUAK, MUAK
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