Hay veces que pagarías por “poder” girarte y decir con dulzura: "Háztelo mirar y cuando analices de manera real los resultados me llamas…”.

Porque cuando ambicionas tener el control de todo y existe una personita chiquita que con su simple presencia te hace perderlo, dicha situación te lleva a la crispación… Porque la crispación en sí, acaba sacándote de quicio… Porque ver las cosas desde el quicio de la puerta, hace que el quicio de la cabeza acabe llevándote a la crispación… Porque la crispación no se debe pagar con esa personita, sino que debes utilizarla como llave de acceso para la puerta de una vida que posiblemente sigas anhelando y negando…
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