CENICIENTA

Cenicienta “perdió” un zapato al bajar corriendo la escalinata cuando sonaba la media noche y justo antes de que su carroza volviera a convertirse en una calabaza… Pero en realidad “perdió” el zapato??? o simplemente se lo dejó caer de manera intencionada???. Ummmmm…

La vida es un inmenso armario zapatero que contiene zapatos pasados y zapatos presentes, pero con espacio suficiente para albergar zapatos futuros... Todos ellos son necesarios, únicos, irremplazables…, igual que la historia que acaba escondiéndose detrás de cada una de sus pisadas.

Los zapatos no son fáciles de cuidar y a la hora de escoger el par perfecto hay que tener muy claro que los pies son caprichosos… No vale calzarte unos aparentemente cómodos, conformarte y cerrar los ojos, porque al final, con el paso del tiempo, llevarlos se convierte en una penitencia…

Hay que tener en cuenta que la variedad es inmensa y los que son perfectos para unos, resultan espantosos para otros… Así que la decisión final está en los pies y en la negociación que se mantenga con ellos, intentando siempre un razonamiento coherente en el que se sopesen pros y contras…

Hoy por hoy procuro que los míos comprendan que lo mejor es subirse a unos estiletes de Louboutin y dejar aparcadas las bailarinas de Zara…, porque la vida subida a unos fantásticos andamios de suela roja puede elevarlos a lo más alto… Pero mi 36-37 va a lo suyo, como si oye llover, no me hace ni caso y sigue prefiriendo las bailarinas acompañadas de rozaduras…

Train - "Hey Soul Sister"